Las tendencias vienen y van, especialmente en las zonas de una vivienda que más uso tienen, como es el caso del cuarto de baño. Los usos cambian, así cómo los hábitos de las personas y esto se traduce en transformaciones de los espacios que habitamos. Las duchas de obra son un buen ejemplo de esto: una tendencia prácticamente inexistente hace unos años que poco a poco se está convirtiendo en lo más demandado en cuanto a diseño de baños.
¿Qué te ofrecen las duchas de obra?
Las duchas de obra ofrecen varias ventajas, entre las que destaca, como suele suceder con este tipo de tendencias, la comodidad. Este nuevo tipo de duchas consisten en la desaparición del tradicional plato de ducha como lo conocemos (incluyendo su cerramiento); no presentan ningún obstáculo como escalones o bordillos con los que tropezar o golpearse al entrar o salir de la ducha, siendo especialmente útil para personas mayores o con discapacidad. Además, resultan mucho más fáciles de limpiar, al no poseer mamparas abatibles con pequeños rincones y piezas donde se acumule la suciedad. Y, por supuesto, su diseño presenta una continuidad visual que resulta muy atractiva para un cuarto de baño moderno.